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lunes, 15 de diciembre de 2014

TEMA 3

LA CIUDAD MEDIEVAL




INTRODUCCIÓN TEMA 3

Entre los siglos XII y XIV, como consecuencia de las mejores en la agricultura y del aumenta de la población, se inició en Europa un desarrollo económico que favoreció el renacer de las ciudades y de la vida urbana.

Las ciudades pasaron a ser un centro de producción artesanal y de intercambio de productos. En ella se desarrolló una prospera burguesía (comerciantes, artesanos, banqueros) que gobernaba la ciudad.

Los monarcas de apoyaron en el auge económico de la burguesía para afianzar su poder sobre la nobleza feudal.

Las ciudades crecieron, se protegieron con murallas, y se llenaron de palacios, catedrales, lonjas y mercados. Un nuevo estilo artístico, el Gótico, permitió construir edificios más altos y esbeltos.


A mediados del s. XIV, la expansión de la Peste Negra en Europa desencadenó una crisis económica y social generalizada, que afecto tanto al campo como a la ciudad.

LA RECUPERACIÓN DE LA VIDA URBANA. EL CRECIMIENTO DE LAS CIUDADES


La mejora de la agricultura estimuló el comercio y la revitalización de las ciudades. Los campesinos y ganaderos, al producir más de lo que necesitaban para su consumo propio, generaron un excedente o sobrante, que podía ser intercambiado por otros productos. Las ciudades se convirtieron en un lugar de residencia para artesanos y comerciantes.


El renacer de las ciudades se produjo a partir de la revitalización de las ya existentes o del crecimiento de los barrios que aparecieron junto a castillos o abadías. Se las denominó burgos y a sus habitantes, burgueses.

EL DESARROLLO ECONÓMICO DE LA CIUDAD. ARTESANOS Y GREMIOS.

La ciudad medieval se convirtió en un centro de producción de objetos manufacturados. Los artesanos de un mismo oficio o gremio se agrupaban en calles que recibían el nombre de su actividad: curtidores, plateros, tejedores, tintoreros, etc.

El trabajo artesanal se realizaba en pequeños talleres, cuyo propietario era el maestro artesano, que disponía de sus propias herramientas. El artesano habitaba una casa que era a la vez taller y vivienda, y que se abría al exterior para exponer sus productos y poder venderlos.

Los artesanos de cada ciudad se organizaban en gremios por oficios, para protegerse de la competencia de los artesanos de otros lugares y para supervisar la producción. Dentro del gremio existía una organización jerárquica muy rígida: en primer lugar se debía ser aprendiz, tras unos años se pasaba a oficial y, finalmente, a maestro artesano, que ya podía tener su propio taller.






LA EXPANSIÓN DEL COMERCIO


  • Rutas terrestres. El aumento de la seguridad en los caminos facilitó el traslado de las mercancías y la aparición de nuevas rutas terrestres entre ciudades. Muchas de ellas señalaron unos días especiales para hacer mercado y decretaron leyes que protegían a los mercaderes. También se crearon las ferias, unos mercados extraordinarios que reunían a gentes de toda la comarca.
  • Rutas marítimas. Para las largas distancias, el comercio marítimo adquirió más importancia, debido a la mayor capacidad y velocidad de los barcos. La primera gran ruta marítima unía el Mediterráneo occidental con el oriental.
    Ciudades como Venecia, Génova, Marsella, Barcelona y Valencia comerciaban con los puertos de Oriente Próximo y con el Imperio bizantino. Importaban productos de lujo (seda y especias) y exportaban tejidos, armas y herramientas.
    La segunda ruta fue la del Átlantico y el Báltico.


LA SOCIEDAD URBANA


El crecimiento de las ciudades transformó la sociedad feudal. Las nuevas urbes acogieron a multitud de personas dedicadas al trabajo artesanal y al comercio, que no dependían de ningún señor feudal. Todo ello estimuló la formación de un nuevo grupo social, la burguesía.


LAS MONARQUÍAS AFIANZAN SU PODER

El empeño de algunas monarquías por afianzar su poder y establecer un reino con fronteras claras, originó numerosos conflictos entre monarcas europeos.

El conflicto más grave fue la Guerra de los Cien Años, que enfrentó a Francia e Inglaterra entre 1.337 y 1.453. La guerra se inició por un problema sucesorio de la corona francesa y la pretensión del monarca inglés de ser reconocido como rey de Francia.


Aunque los ingleses ocuparon durante años buena parte del territorio francés, el conflicto finalizó con la victoria de Carlos VII de Francia. Esta guerra constituyó el primer enfrentamiento medieval entre estados y no entre señores feudales.



LA CRISIS DE LA BAJA EDAD MEDIA (SIGLOS XIV Y XV)

Desde principios del siglo XIV, se produjo en Europa una crisis agraria debido a la sucesión de malas cosechas, motivadas por un clima desfavorable y por el cultivo de tierras de baja calidad durante las grandes roturaciones del siglo anterior. La consecuencia fue la disminución de la producción de trigo y la expansión del hambre por todo el continente.


El período más duro se inició en el año 1347, cuando la denominado Peste Negra asoló a Europa, afectando a una población subalimentada y provocando una elevada mortandad. La crisis demográfica agravó la crisis agraria, paralizó el comercio y frenó la actividad artesanal de las ciudades.


EL ARTE GÓTICO

El arte Gótico nació en Francia a mediados del s. XII y se extendió por Europa occidental a partir del s. XIII. Fue una manifestación artística esencialmente urbana, impulsada por la burguesía y el poder eclesiástico, que se habían trasladado a las ciudades.

El crecimiento urbano originó la necesidad de nuevas construcciones civiles: ayuntamientos para el gobierno municipal, palacios para nobles y burgueses ricos, lonjas para los mercaderes, atarazanas para construir barcos y universidades para acoger a los nuevos estudiantes.


Sin embargo, por encima de cualquier otra edificación, la ciudad medieval elevó grandes templos y catedrales, que pretendían mostrar el poder económico de las ciudades y la religiosidad de sus habitantes.

ARQUITECTURA GÓTICA

En el s. XII aparecieron nuevas técnicas constructivas que permitieron levantar edificios más altos y luminosos. Los elementos que hicieron posible este cambio fueron:
  • El arco puntado u ojival, más ligero que el de medio punto románico.
  • La bóveda de crucería, resultante del cruce de dos arcos ojivales que se sustentan sobre cuatro puntos de apoyo.

Estas estructuras descargaban el peso de la cubierta sobre columnas y pilares y sobre un sistema de arbotantes y contrafuertes exteriores que reforzaban los muros. Este sistema liberó al muro de la función de soporte y permitió la apertura de grandes ventanales, que fueron ricamente ornamentados con vidrieras de colores.

Los pináculos y las flechas remataban, a modo de decoración, los contrafuertes y las torres.

En la fachada occidental de los templos se localizaba la portada, ricamente ornamentada con esculturas. A menudo presentaba un rosetón rematado por un elemento triangular llamado gablete.






LA CATEDRAL GÓTICA

La catedral gótica fue el reflejo de una nueva espiritualidad en la que la penumbra del interior de la iglesia románica era sustituida por una atmósfera simbólica llena de luz y colorido.

En la creación de esta nueva atmósfera contribuyeron la verticalidad de sus iglesias, que alcanzaron una gran altura, y la luminosidad interior, debida al predominio de las vidrieras y rosetones, que filtraban la luz aportando tonalidades diversas.

La planta de 3 ó 5 naves acentuaba la verticalidad y permitía una mayor entrada de luz.






LA ESCULTURA

La escultura gótica fue independizándose de la supeditación al espacio arquitectónico aunque, durante el s. XIII, continuó siendo el principal elemento ornamental en fachadas, tímpanos, arquivoltas y parteluces de iglesias y catedrales.






LA PINTURA GÓTICA

La estructura de las nuevas iglesias góticas, que sustituía parte de los muros por grandes ventanales, redujo el espacio que el Románico concedía a la pintura. Ello provocó el abandono de la pintura mural al fresco y la generalización de la pintura sobre tabla de madera (retablos) y la pintura de vidrieras.

Los retablos solían colocarse detrás de los altares de las iglesias y podían alcanzar gran tamaño y complejidad. A menudo se unían dos o tres tablas para formar un díptico o un tríptico.

Los temas eran básicamente religiosos, con especial preferencia por las vidas de Cristo, la Virgen y los santos. Su estilo mostraba un mayor interés por el realismo y los fondos dorados se fueron sustituyendo por arquitecturas y paisajes.